Reabren mercados en China que siguen ofreciendo murciélagos, perros y otros animales vivos.
En medio de un progresivo levantamiento de las medidas de restricción que paralizaron el país durante semanas, miles de ciudadanos chinos han comenzado a volver a los mercados populares en los que se venden animales domésticos y salvajes.
Tras varias semanas de cuarentena por el coronavirus, algunos mercados chinos en los que se venden animales vivos han reabierto sus puertas. Entre los bienes que se ofertan hay: perros y gatos hacinados en jaulas oxidadas, animales empleados en medicina tradicional como murciélagos o escorpiones. Además, otros animales se sacrifican y despellejan en condiciones poco higiénicas.
El virus se detectó en diciembre y se cree que se originó en un mercado de la ciudad de Wuhan que vendía animales salvajes para consumo humano. Y precisamente varios animales, entre ellos los murciélagos y el pangolín, son considerados como posibles transmisores del virus.
El mercado mayorista de mariscos del sur de China de Wuhan se cerró en enero y en febrero China declaró una prohibición inmediata e «integral» del comercio y consumo de animales salvajes.
Sin embargo, el aterrador brote de covid-19 parece haber disuadido poco a otros mercados de animales en todo el país que siguen funcionando.
Así, por ejemplo, un mercado en Dongguan, en el sur de China, sigue vendiendo murciélagos, serpientes, lagartijas y sapos, muy usados en la medicina popular china. «Los mercados han vuelto a trabajar del mismo modo que antes del coronavirus», señaló un corresponsal del medio británico que visitó la plaza.
Hacemos un llamado a las autoridades para que exijan a China detener esta horribles y peligrosa prácticas.
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